A funda de sofá es una manera rápida y fácil de cambiar el aspecto de su sofá. También pueden ayudarlo a proteger sus muebles de manchas y derrames.
Al elegir una funda, asegúrese de considerar la tela. Deberá elegir un material que sea duradero, fácil de limpiar y que mantenga bien el color.
El algodón es una buena opción para las fundas porque se puede lavar a máquina y es resistente a las arrugas. Sin embargo, un tejido de algodón más ligero puede verse a través de la tapicería debajo, así que tenga cuidado de elegir uno con una densidad media a alta.
La microfibra es otra gran opción porque es fácil de limpiar y puede mantener bien su color. También es suave, por lo que puede ser un ajuste cómodo para su sofá.
Las fundas elásticas son otra opción porque se adaptan mejor a una variedad de formas de sofás. Estos tipos de fundas son más difíciles de enderezar, pero son más fáciles de meter en los pliegues y grietas entre los cojines.
Meter tela adicional puede ser una molestia, por lo que es posible que desee intentar sujetarla con alfileres en lugares ocultos antes de que la funda esté completamente en su lugar. Alternativamente, puede usar tiras de velcro para asegurar la funda al sofá.
También puede considerar una funda con lazos que le permitirán ajustar el calce para una apariencia más personalizada. Son un poco más caras que las fundas estándar de una pieza, pero ofrecen una apariencia más personalizada y pueden ayudarlo a encontrar la combinación perfecta para su sofá.